Conocido por arrancar sonrisas tanto a los windsurfistas como al personal, este tarro siempre está lleno de deliciosas galletas de chocolate recién horneadas, un capricho perfecto después de una sesión en el agua o mientras pasas el rato en la tienda.

El tarro de galletas se ha convertido en una especie de tradición en TWS, ya que ofrece un dulce tentempié a quienes necesitan un poco de energía. Tanto si acabas de terminar una intensa sesión de windsurf como si pasas por aquí en busca de consejos y material, las galletas están ahí para alegrarte un poco el día.

Así que, la próxima vez que estés en TWS, no olvides coger una galleta del famoso tarro y compartir la pequeña pero dulce parte del espíritu comunitario de la TWS.